Preciosa ruta habilitada que discurre junto al cauce del Rio Cañamares en su tramo alto (muy cerca de Chilluevar), todo el sendero esta muy bien señalizado. Ideal para hacerla en la época estival ya que podremos aprovechar las sombras de los árboles y el cauce del rio por si queremos darnos un refrescon. Cuando nosotros la hicimos había una diferencia de casi 11 grados respecto a la temperatura que hacía fuera de la ruta.
Si se realiza la ida y vuelta son aproximadamente 8 km. Aunque la podemos hacer de manera circular subiendo al Collado de las Monjas y regresando al lugar donde la iniciamos. Nosotros optamos por la ruta larga
Nada más iniciar la ruta nos encontramos con una exuberantes huertas que aprovechan el agua del río para dar productos como alcachofas, tomates, calabazas, etc.
Una vez iniciada la marcha pasaréis por los Tiscares, una agrupación de Cortijos de arquitectura tradicional.
El sonido del agua está presente en todo el recorrido pues el Río Cañamares es un cauce permanente y en este tramo discurre encajado en un valle profundo de paredes muy inclinadas.
El sendero ofrece buenas vistas de los cortados que el río ha provocado al erosionar la roca caliza. Atraviesa zonas de huertos tradicionales, olivar y sobre todo terreno forestal del Parque Natural. Durante gran parte de su recorrido coincide con los restos de acequias que daban riego a los huertos y movían los molinos que aparecen a ambos lados del río como el de Gris o de Enmedio y el Molino de Arriba.
Como indico el camino está muy bien señalizado y cuenta con pasarelas en las zonas de mayor peligro
También podemos encontrar todo tipo de escalones naturales confeccionados con troncos cortados.
Deberéis extremar las precauciones pues parte del recorrido es peligroso por la estrechez, altura y pendiente de los pasos. No se debe abandonar la senda, durante el transcurso os podréis ayudar de los elementos de seguridad: puentes, pasarelas, pasamanos y escaleras.
Aparece un bosque de galería con chopos, fresnos, almeces y sauces además de otras formaciones vegetales autóctonas con madroños, agracejos, durillos, olivillas, pinos y romeros.
La vegetación es exuberante, se mire por donde se mire
Como formación vegetal es importante destacar el bosque mediterráneo antiguo compuesto por formaciones espesas de madroño y durillo. Nosotros encontramos gran variedad de plantas.
Entre la fauna, os podéis encontrar con la nutria, el Martín pescador, galápagos y la trucha común e incluso el cangrejo autóctono en uno de sus últimos reductos. Nosotros no pudimos observar ninguno de estos animales para fotografiarlos.
Nos llamó también la atención las grandes paredes rocosas formando enormes barrancos junto al río.
Justamente antes de terminar la ruta junto al río Cañamares podemos encontrar unos cortijos que a día de hoy se encuentran abandonados y derruidos.
Llegamos al fin de sendero de Rio.
Podemos volver sobre nuestros pasos o hacer la ruta circular. Nosotros decidimos hacerla circular y subir al collado de las Monjas.
Ascendemos por una pista forestal que la verdad es que se hace bastante monótona y en verano mas aún.
Conforme vamos ascendiendo podemos comprobar al fondo un pueblo que se nos pareció Quesada. Corregidme en los comentarios si no es así.
Una vez arriba de la Pista nos encontramos con un cartel indicativo que nos recuerda en la Sierra en la que nos encontramos
Para volver a nuestro punto de partida deberemos cruzar un olivar que nos llevará de nuevo al inicio de la ruta.
Llegaremos a un cortijo que no está abandonado y desde ahí volveremos sobre nuestros pasos hasta el inicio de la ruta.
En definitiva, esta es otra de las maravillas que ofrece el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas a su paso por los términos de Chilluévar y La Iruela.
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