Se trata de una corta ruta (poco más de 4 kilómetros lineales) que nos va permitir acercarnos a donde estaba el emplazamiento de la Antigua Segura de la Sierra. Aquí vamos a encontrar vestigios de lo que pudo ser un antiguo asentamiento íbero o romano. En cualquier caso el paisaje del que vamos a poder disfrutar es espectacular.
Para iniciar la ruta partiremos desde Segura de la Sierra por la JV-7032 durante unos 3 km. Luego nos desviaremos por una pista recientemente asfaltada que conduce a la cortijada de Los Moralejos. A unos 300 o 400 m del cruce encontraremos a la izquierda el inicio del sendero: una escalera de fábrica que asciende por el talud de la carretera. Si nos fijamos fijamente en el letrero, abajo hay pintado con rotulador unas indicaciones del sendero. (Segura la Vieja, 45 minutos)
Tras ascender encontramos el sendero GR-247, que continua por un pinar, que irá haciendo un giro de 180º rodeando la montaña.
Si nos giramos podemos ya contemplar unas vistas maravillosas del Castillo de Segura de la Sierra y de la parte quemada del Yelmo.
Proseguimos el camino hasta llegar a un desvío a la izquierda, debemos tener cuidado de no pasarnos, este camino nos va a subir al cerro de Segura la Vieja.
Ahora el camino torna empinado y hay que tener cuidado de no perderse, estaremos muy atentos a los hitos de piedra que nos orientarán en esta ruta.
Seguimos ascendiendo y el paisaje se vuelve aún más hermoso.
De frente nos encontramos con el cerro de Segura la Vieja al fondo podemos ver el espectacular calar de Navalespino.
Después de una subida zigzagueante la pendiente se suaviza. Ya tenemos más cerca la altiplanicie donde se encuentran las ruinas. La marca del sendero GR en alguno de los pinos nos orientan en nuestro camino.
Siempre llama la atención encontrar pinos con la deformación de "escobas de bruja".
Es un privilegio para todos los sentidos estar rodeado de esta espesa vegetación arbórea.
Una joven cabra montes parecía esperarnos desde arriba.
Una vez arriba tenemos unas vistas privilegiadas del castillo de Segura de la Sierra
Y de la parte quemada del Yelmo.
En silencio, sólo con el sonido del viento, las piedras impasibles al paso del tiempo nos recuerdan los vestigios de lo que antaño fue un poblado.
Antes de iniciar el descenso nos acercamos a un bonito arco horadado en la roca que tenemos en frente.
Como os dije esta ruta es lineal, por lo que deberemos volver sobre nuestros pasos durante unos dos kilómetros hasta llegar a la pista asfaltada donde dejamos el coche.
Camino de vuelta nos encontramos con una joven manada de cabras
Os adjunto el vídeo que grabé realizando la ruta. Espero que os guste, y si es así os invito a que de deis a like y os suscribáis a mi canal youtube.
En resumen una ruta corta, pero intensa, llena de sorpresas a cada paso. Recomendada totalmente.
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