Buena ruta para hacer durante los meses de estío, ya que las sombras que encontraremos a lo largo del camino junto al frescor de la ribera del río mitigarán enormemente la calor que pueda hacer ese día.
La dificultad de la ruta es escasa y su duración bastante corta (una ruta lineal de un kilómetro y medio en cada sentido). Ruta que se puede hacer en una hora parándose a tomar fotos o vídeos.
Nos encontramos en la Sierra del Pozo (comarca de la Sierra de Cazorla). Pozoalcón.
Nosotros antes de iniciar la ruta paramos para disfrutar de las maravillosas vistas del embalse de La Bolera. Las aguas estaban cristalinas y tan limpias que los árboles se reflejaban en el embalse.
Una vez disfrutamos de este entorno nos dispusimos a coger el camino del aula del Hornico que es el que nos llevará al inicio de la ruta.
Subimos por la pista forestal con el coche. El aula nos queda a la izquierda.
Dejamos el coche junto al cartel que indica el inicio de la ruta. De aquí parte esta ruta y la ruta de la senda de los Pescadores.
El sendero empieza con un tramo de subida.
Antes de girar a la izquierda, nos encontramos con una especie de mirador.
Puedes disfrutar de unas buenas vistas del pantano de La Bolera.
El puente sobre el Río Guazalamanco
Puedes ver pinos que destacan por su belleza de porte.
Viejas cortijadas.
Giramos a la izquierda junto a una valla de madera e iniciamos un descenso. Buscando el curso del río
Llegamos a una abrupta zona donde escuchamos el rumor del río. A partir de aquí caminaremos junto al río todo el camino.
Podremos disfrutar de las formaciones calizas de esta garganta.
Más adelante el río se remansa y se puede tomar un refrescante baño en cualquiera de sus charcas.
Llama la atención pinos sobre los cuales ramas de otras especies quedan enrolladas.
Antes de terminar el corto recorrido un cartel nos indica las especies de pájaros que podemos encontrar en la zona.
El fin del Sendero está indicado por una señal.
Pero conviene continuar unos 100 metros más arriba para disfrutar de un tesoro natural oculto.
Se trata de las cascadas de Guazalanco, para mi gusto la parte más bonita de la ruta y la que da sentido a realizarla. Es un antiguo dique de contención cubierto por la vegetación y los sedimentos del río que crea una preciosa cascada.
Ya sólo nos queda volver sobre nuestros pasos al punto en el que dejamos el coche. Si tenemos calor podremos pegarnos un chapuzón en cualquiera de las pozas naturales que el río ha creado.
Para más información sobre la ruta os recomiendo esta página.
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